jueves, 8 de marzo de 2012

Que rara esta forma de querer;

No puedo evitar quitarte la razón cuando los dos sabemos que la tienes, y aún así seguir llevándote la contraria, hasta hacerte rabiar. Hacerme de rogar para que me supliques un poquito que te cuente las cosas. Esperar ansiosa para quedar por las tardes, aunque sean pocas veces, y me preguntes qué estoy haciendo. Saber que no duermes igual sino estoy yo a tu lado. Levantarme por la mañana, y pensar en ti como primera cosa del día. Sonreír al oír de tu voz un "me encantas..." y pensar por dentro como yo también siento exactamente lo mismo o, como digo yo siempre, incluso más. Escuchar día tras día payasadas de esas que sólo tú dices, de las que solo me río yo y a las que me he acostumbrado, pero no puedo negarlo, me encantan. Echarte muchísimo de menos si no te veo o aunque te haya visto. Querer siempre un poco más de ti porque nunca tengo suficiente, todo el tiempo del mundo me parece poco para estar contigo. Preguntarte cosas que ya sé solo por que me las vuelvas a contar y volver a escuchar tu voz, que me vuelve loca. Molestarte cuando quieres estar tranquilo. Correr sonriendo a darte un beso cada mañana. Me encanta abrazarte y ponerme roja cuando me miras fijamente mientras me dices lo muchísimo que me quieres, es esa, es esa la sensación que sólo tú consigues. No puedo evitar necesitarte a cada segundo... Eres imposible de encontrar, y me alegro de que seas mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario